El premio Augusto San Miguel, instituido en 2006 por el Ministerio de Educación, tiene ya los proyectos ganadores de su tercera edición, en sus dos categorías: ficción y documental: Blak-Mama, de Miguel Alvear y Patricio Álvarez; y el guión de la cinta Abuelos, de Carla Valencia fueron escogidos por los jurados responsables de evaluar cada apartado.
Blak-Mama, dirigido por Miguel Alvear y Patricio Andrade, se llevó los 25,000 USD al mérito cinematográfico en la categoría ficción. El proyecto, que cuenta con la colaboración de OCHOYMEDIO y Wilman Chicha Producciones, fue seleccionado entre 15 proyectos participantes.
Desde el año 2002 Alvear (amante del video) y Andrade (cultor de la danza contemporánea) se plantearon diversas maneras de construir narrativas performáticas. Así nació el proyecto que se presentó inicialmente en dos versiones escénicas:, una en mayo de 2002 y otra en Noviembre de 2004. En Agosto del 2006 se rodó la versión cinematográfica. La prioridad del filme es el performance, más allá de la línea narrativa convencional.
La película, que ahora se encuentra en la fase de edición de sonido, ha costado cerca de 200 mil dólares y su estreno está pautado para el próximo año, época en la que el equipo de realización espera haber obtenido apoyo de otros concursos para llevar a 35 milímetros el material, ahora en vídeo.
Blak-Mama es una suerte de tragi-cómic que se mueve entre el manido sentido trágico del mestizaje andino y su contraparte: la hilaridad, el barroco y el absurdo. Y como en muchos cómics, los personajes hablan más a partir de la cáscara, que de un alma compleja y profunda.
El impulso inicial de este extraño proyecto, viene de un interés que comparten ambos artistas, sobre ciertas formas híbridas de la cultura que se escenifican de manera contundente en fiestas populares como la de la Mama Negra, en Latacunga, en la Sierra del Ecuador. Si bien esta fiesta, -con antecedentes en tradiciones del Norte de África y Sur de España- llegó a América gracias a los conquistadores, aquí se ha ido transformando a través de los siglos y ha incorporado a su visualidad y ritualidad, un bagaje de contenidos simbólicos locales -y actuales- que se superponen sobre los anteriores, creando así una madeja insondable de significados. Esta superposición simbólica de identidades tiene una carga compleja, híbrida, misteriosa y fascinante.
En su veredicto, la mesa calificadora de las producciones de ficción, integrada por Viviana Guzmán, Marcelo Báez y Jaime Cuesta, destaca que Blak-mama fue elegido "por su perfecta sinergia entre danza y actuación, su excelente manejo del humor negro, el surrealismo y la novedosa propuesta audiovisual (...)"
En el campo del documental Carla Valencia presentó al Augusto San Miguel una historia que hace hincapié en el valor de las ideas y el nivel de coherencia que el ser humano debe guardar con ellas. El documental aún está en fase de investigación y el próximo paso que dará su mentalizadora será viajar a Chile, donde gracias a que resultó ganadora del certamen Doc Santiago, tomará un taller para continuar afinando detalles del guión.
La historia de Valencia gira en torno a dos personajes: un médico autodidacta y un idealista del partido comunista chileno. Ambos protagonistas tienen un origen real: fueron los abuelos paterno y materno de la directora.
En cuanto a la cantidad que recibirá, Valencia explica que la empleará para contratar a su director de fotografía, Daniel Andrade, con quien ya ha trabajado en sus producciones anteriores.
Abuelos fue evaluado por Yanara Guayasamín, Luis Monteros y Laura Caballero. Ellos destacaron, entre otros aspectos del trabajo, "la pertinencia de recursos audiovisuales de los que hace uso, la originalidad en el abordaje del tema y la creatividad con la que se desarrolla".
Además de los dos premios, se entregará una mención a Fernanda Restrepo, por Mi corazón en Yambo, y a Pedro Intriago, por Estación Floresta.
Fuentes: Ocho y Medio y Diario el Telégrafo.
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